El Centro Tecnológico Aitiip lleva más de 30 años fabricando futuro. Altamente comprometido con la sostenibilidad, Aitiip lidera la transición verde y digital de la industria, a través de una firme apuesta por la innovación, la economía circular y la industria 4.0. En ese sentido, el centro está especializado en el desarrollo de materiales y procesos tecnológicos avanzados para ayudar a sectores estratégicos a superar retos tecnológicos e industriales venideros. Además, coordina al menos 25 proyectos europeos revolucionarios, enmarcados en los ámbitos de la sostenibilidad, la innovación y la economía circular: tres de los pilares del plan de acción de la Comisión Europea, impulsados mediante programas de I+D, como Horizonte Europa, heredero del Horizonte 2020 (H2020).
Entre las distintas líneas de investigación en las que Aitiip está inmerso, destaca la robótica avanzada y el desarrollo de innovadores sistemas cognitivos para optimizar la automatización de la producción en entornos industriales. En el marco del proyecto SHARKY (circunscrito a la convocatoria OC2-TRINITY, No.825196), el equipo de ingenieros de Aitiip ha creado una novedosa herramienta ergonómica llamada “Dummy Tool”, destinada a mejorar la programación robótica -de trayectorias complejas- y la colaboración humano-robot en las líneas de producción, especialmente en la industria mecánica pesada.
Se trata de una técnica de producción ágil que permite al trabajador realizar diseños libres en una celda espacial de trabajo; los códigos de dicha trayectoria (en 6D) son capturados por un sistema de cámaras que después son transmitidos al robot para que trabaje y repita el movimiento que previamente ha indicado el operario con sus gestos.
Gracias a este sistema, además de optimizar la fabricación en tiempo y precisión, los trabajadores se expondrán a menos riesgos a la hora de realizar, por ejemplo, operaciones de soldadura industrial. La tecnología de SHARKY permitirá reducir asimismo las fases de inspección, o de preparación del “set up”, en incluso favorecerá la disminución de generación de desechos en planta en un 30%. Todo ello, gracias a la digitalización. Para el desarrollo de esta herramienta se han incorporado procesos de inteligencia artificial y fabricación aditiva (impresión 3D).