Con estas palabras el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, presentaba el informe Food Wastage Footprint: Impacts on Natural Resources en Roma el pasado septiembre de 2013. Según el informe, este desperdicio se produce en distintas fases (cosecha, clasificación, transporte, comercialización y cocina) siendo en las primeras cuando se genera el 54% del desperdicio.
Para contribuir a reducir estos desperdicios alimenticios desde Aitiip Centro Tecnológico participamos en el proyecto FreshBox cuyo objetivo es reducir los desperdicios que se producen en la fase de transporte, y que está coordinado por el Parque Científico Tecnológico del Aula Dei.
Para ello, el proyecto trata de hacer más sostenible el transporte por carretera de vegetales conservando la calidad de los productos y reduciendo la cantidad de desperdicios que se generan en este proceso.
Aitiip contribuye en este proyecto diseñando un nuevo contenedor que adapta la permeabilidad del mismo mediante el diseño e instalación de membranas al ritmo de respiración de los vegetales. Además incorpora en su diseño sustancias activas así como sensores que ayudan a que frutas y verduras vean alargada su vida útil.
La respiración de las frutas y las hortalizas.
Todas las frutas y hortalizas respiran, estando todavía en la planta o habiendo sido cosechadas. Respiran oxígeno y a cambio exhalan CO2 y vapor de agua.
La velocidad de esta respiración varía dependiendo del producto y también de factores externos como temperatura o atmósfera que le rodea. La clave para mantener frescos estos productos consiste en reducir la tasa o velocidad de respiración sin dañar la calidad del producto (su sabor, textura y apariencia).
En general, la tasa de respiración puede reducirse manteniendo una baja temperatura, o introduciendo unos niveles menores de oxígeno en la atmósfera y aumentando los niveles de dióxido de carbono.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Por ejemplo, si la cantidad de oxígeno de la atmósfera es demasiado escasa, se activará un proceso llamado respiración anaeróbica. Esto produce unos sabores y olores no deseados en el producto y causarán el deterioro del alimento. Además, un exceso de dióxido de carbono puede dañar a algunas variedades de producto.
En el proyecto Freshbox, modificamos la atmósfera interna del contenedor gracias a unas membranas que controlan los flujos de aire que entran y salen del contenedor, teniendo en cuenta la respiración y las condiciones más favorables para mantener e incluso mejorar la calidad de cada producto.
Las uvas
El proyecto en este momento está en fase de prueba y monitorización de los prototipos desarrollados. Para ello estamos validando el contenedor con distintos vegetales, en este caso uva, y los resultados son positivos.
Por ahora, junto con nuestros socios del PCTAD, hemos analizado parámetros de calidad específicos de la uva (actividad respiratoria, firmeza, contenido en clorofila, grados brix, presencia de pardeamiento, etc.) y hemos comprobado que las uvas conservadas en este contenedor ven alargada su vida útil, se oxidan menos y presentan una mayor turgencia y frescor. No solamente conseguimos aumentar su vida útil, sino también su calidad a lo largo de un mayor tiempo.
Además de la modificación de la atmósfera en el interior del contenedor, se están incluyendo elementos activos seleccionados por Aitiip en colaboración con PCTAD que ayuden a mejorar la calidad del producto que contiene. En este caso para la uva se han incluido unos compuestos que ayudarán a prevenir desórdenes como enfermedades y fisiopatías.
Las uvas en el contenedor presentan un buen aspecto. Conseguimos mayor calidad y alargar vida útil.
Aitiip Centro Tecnológico
El centro tecnológico aragonés, experto en la cadena de valor del plástico, es un referente en la investigación y desarrollo de envases y bioplásticos en Europa. Además de este proyecto, también es coordinador del proyecto europeo Dibbiopack, cuyo objetivo es el desarrollo de envases bioplásticos para el sector farmacéutico y alimenticio. El próximo 24 de febrero se celebra en Zaragoza la conferencia final para presentar los resultados del mismo.
Además el centro también coordina el proyecto Multibiosol, para el desarrollo de mulching activo basado en bioplásticos.
El programa Life+
El Programa de Medio Ambiente y Acción por el Clima (LIFE) es el instrumento financiero de la Unión Europea dedicado al medio ambiente para el periodo 2014-2020. Su objetivo general se basa en catalizar los cambios en el desarrollo y la aplicación de las políticas mediante la aportación de soluciones y mejores prácticas para lograr los objetivos medioambientales y climáticos, así como mediante la promoción de tecnologías innovadoras en materia de medio ambiente y cambio climático. Debe apoyar, así mismo, la aplicación del Programa General de Medio Ambiente de la Unión hasta 2020 “Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta”.
Más información:
Dra. Carolina Peñalva
Departamento de IDI +34 976 46 45 44 (ext 104)
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